El proceso del conflicto.
Un
conflicto surge cuando entran en contraposición los objetivos, metas o métodos
de dos o más personas. El conflicto básicamente es un problema de percepción
porque las partes involucradas deben percibir que entre ellas existe un
conflicto, si nadie está consciente del conflicto entonces no existe; pero en
el momento que una parte percibe que la otra la ha afectado negativamente, o
está a punto de afectarla, en ese momento se inicia el Proceso de Conflicto.
Algunos
investigadores han encontrado que muchos gerentes dedican aproximadamente el
20% de su tiempo al manejo de conflictos. Cuando el ambiente organizacional no
satisface las necesidades del personal, se propicia más la generación de
conflictos.
Un
conflicto puede surgir en cualquier área, a nivel individual, a nivel grupal o
incluso como un conflicto organizacional. Algunos de los conflictos son una
respuesta a las decisiones equívocas de la empresa o sus líderes, pero en una
gran parte, los conflictos son más una respuesta a la Ley de las Diferencias
Individuales, de la cual ya hablamos anteriormente, y por la cual las personas
perciben las cosas y los hechos de diferente manera, los juzgan de acuerdo a
diferentes paradigmas y a escalas de valores distintas y muestran actitudes y
conductas que entran en contraposición.
Los
conflictos pueden ir desde un acto sutil de desacuerdo hasta la oposición
violenta. Anteriormente se pensaba que los conflictos eran negativos y
destructivos, que eran provocados por personas problemáticas que afectaban a la
organización, pero hoy se sabe que no necesariamente es así, el conflicto se
considera algo inevitable en los grupos humanos y si se maneja adecuadamente
puede transformarse en una efectividad humana y organizacional enriquecida y
más generadora de desarrollo.
La
naturaleza de los conflictos y sus efectos en las organizaciones han sido
estudiados por científicos de diferentes corrientes de pensamiento, por lo
tanto, como dice Stephen Robbins, ha habido "conflicto" sobre el
papel que desempeña el conflicto en las organizaciones.
Se
pueden identificar principalmente tres enfoques distintos:
El punto de Vista Tradicional. Supone
que todo conflicto es malo y por lo tanto deben evitarse los conflictos en las
organizaciones. Favorece la reducción de conflictos y se recomienda que se vaya
a las causas del conflicto y se corrijan.
El punto de vista de Relaciones
Humanas. Se basa en la creencia de que el conflicto es natural e inevitable en
los grupos humanos. El conflicto se acepta, no se le puede eliminar e incluso
ocasionalmente puede ser benéfico para el desempeño de un grupo.
El punto de vista Interaccionista.
Sostiene la idea de que el conflicto no tan sólo es una fuerza positiva que
estimula la productividad del grupo (ya que un grupo tranquilo y apacible suele
volverse apático y por ende estático), sino que es absolutamente necesario para
que el grupo se desempeñe eficazmente. Por lo tanto, favorece la discusión con
madurez y autocrítica, enfocándose más al buen manejo del conflicto para que
sus resultados sean efectivos.
VENTAJAS DEL
CONFLICTO
Sirven de válvula de escape permitiendo
que se libere la presión y trayendo a la superficie los problemas más ocultos,
los cuáles pueden afrontarse y resolverse.
Se estimula a los individuos a ser
creativos y buscar mejores métodos que generen resultados de mayor
satisfacción, al mismo tiempo que los impulsa a innovar y probar nuevas ideas.
Ayuda a las partes en conflicto a
lograr un mejor conocimiento de los demás y también de sí mismos.
Cuando los conflictos se resuelven de
conformidad para ambas partes, las personas se sentirán más comprometidas con
la solución, lo que llevará no sólo al logro de los objetivos, sino también a
una interrelación más sana y madura.
DESVENTAJAS DEL
CONFLICTO
Las posibles desventajas existen
especialmente cuando el conflicto se sale de control y dura mucho tiempo o se
vuelve demasiado intenso. También cuando se pretende evadir el conflicto y éste
como una bola de nieve se va convirtiendo en un alud más difícil de manejar.
Los conflictos interpersonales pueden
deteriorar la disponibilidad para la cooperación y el trabajo en equipo, ya que
a veces generan un clima de desconfianza que afecta o impide la coordinación de
esfuerzos.
Algunas personas sufren un deterioro de
su autoestima, en otros se afecta su motivación.
Los dirigentes deben prevenir estas
desventajas o efectos negativos del conflicto y anticipando las probables
consecuencias, aplicar las estrategias adecuadas para que con un manejo
inteligente no lleguen a presentarse.
ETAPAS DEL CONFLICTO
Etapa 1: Es la presencia de condiciones problemáticas que
favorecen potencialmente la presencia de conflictos, los que aunque aún no
existan, se pueden presentar en cualquier momento, estas condiciones pueden ser
una mala comunicación o comunicación ineficaz , fallas en la estructura formal
de la organización como: claridad en las áreas de responsabilidad, niveles de
autoridad, grado de dependencia, etc., y/o variables de personalidad en algún
integrante del grupo de trabajo, que pueden resultar molestos para el resto, como:
una risa sarcástica, un tono o timbre de voz irritante, una actitud despótica,
un carácter demasiado dominante, un temperamento ansioso o colérico, etc.
Etapa 2: En esta etapa se empieza a percibir o a sentir una
situación de conflicto. Se percibe un conflicto cuando una o más partes toman
conciencia de que existen entre ellas las condiciones que pueden hacer surgir
el conflicto. Se siente un conflicto cuando las personas involucran emociones
creando ansiedad, tensión, frustración u hostilidad.
Etapa 3: Una o ambas partes toman la decisión de actuar de una
manera determinada. Algunos conflictos se agravan porque una de las partes le
atribuye a la otra intenciones diferentes a las que en realidad tiene.
Generalmente se pueden identificar cinco intenciones para el manejo de
conflictos:
Competencia.- Deseo de satisfacer los intereses personales
a como dé lugar, ganando a la otra parte
independientemente de como se vea ésta afectada.
Colaboración.- Intención de arreglarse con la otra parte de
manera en que ambos puedan lograr sus objetivos, conciliar sus intereses y
quedar plenamente satisfechos.
Evasión.- Deseo de retirarse de un conflicto, sacarle
la vuelta o suprimirlo.
Complacencia.- Estar dispuesto a dar concesiones, a ceder
para que el otro se salga con la suya, con tal de que se resuelva el conflicto.
Arreglo con concesiones.- Intención de negociar y arreglarse con la
otra parte, cediendo en parte, con la condición de que el otro ceda también en
algo.
Etapa 4: En esta etapa el conflicto se hace visible a través del
comportamiento de las partes en oposición, este comportamiento suele incluir
declaraciones, acciones y reacciones de las partes en conflicto. Estos
comportamientos son ya la materialización de las intenciones de cada parte pero
muchas veces difieren de éstas como resultado de los cálculos equivocados de
las intenciones de la otra parte, o porque las intenciones originales se
desvían al transformarse en comportamientos.
Etapa 5: En esta etapa se dan las consecuencias que resultan de la
interacción acción-reacción entre las partes en conflicto. Los resultados
pueden ser funcionales si el conflicto en el proceso de las anteriores etapas
se manejó bien, resultando como consecuencia un mejoramiento en el desempeño
del grupo, o por el contrario los resultados serán disfuncionales si se
obstaculiza el desempeño del grupo.
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